Bochorno total en el fútbol ruso. El encuentro de tercera división entre el Energuetik y el club Angusht acabó en una batalla campal entre los jugadores y aficionados que saltaron al terreno de juego.
Todo comenzó cuando un futbolista fue expulsado por el colegiado. Varios aficionados irrumpieron en el césped en busca del árbitro, que fue protegido por los jugadores del conjunto rival.
Pero el enfrentamiento no cesó ahí. Al acudir la policía al recinto, en el túnel de vestuarios se desató otra pelea esta vez entre jugadores de los dos equipos.
La Federación rusa de fútbol ha sancionado a algunos de ellos con hasta dos años de prohibición de acudir a los estadios. Una sanción ejemplar para que escenas así no vuelvan a repetirse.