Corría el minuto 37 en Vallecas. Jugaban el Rayo y el Girona. En esas, Arnau pisa, sin querer, a Álvaro dentro del área. El resultado, penalti. Trejo se dirige al punto fatídico. Su lanzamiento lo detiene Gazzaniga, y el posterior rechazo lo manda fuera Isi. Hasta ahí todo correcto... salvo por un detalle que desembocó en una jugada que o te sale bien o el esperpento es más que importante.
Porque varios jugadores del Girona entraron en el área antes de tocar Trejo el cuero en su lanzamiento. El VAR lo vio, y hubo que repetir el penalti. Volvió el capitán, con el arquero de los catalanes empleando la estrategia del despiste con él. Pero el mediocentro lo tenía clarísimo.
Sabía que quien entró en el área antes de su primero disparo muy posiblemente no hiciera lo mismo. Que sería más comedido. Y eso lo intentó aprovechar el Rayo. Isi, el 'gancho' de la jugada, estaba listo... y todo estuvo muy cerca de salir bien.
Trejo hizo una pisadita suave en vez de un disparo a puerta. Isi llegó raudo por detrás, y logró disparar con Gazzaniga ya batido. Sí, el penalti de Messi y de Suárez realizado a la perfección. Pero no, al final no hubo el mismo final.
No hubo final feliz para el Rayo, porque Isi disparó completamente fuera para fallar de nuevo una clara ocasión para los de Vallecas. Para que, en apenas tres minutos, se fallasen dos acciones desde los once metros.
Complicado de creer era para los rayistas, mientras que los del Girona celebraban el haberse librado hasta en dos ocasiones de lo que en ese momento habría sido el 3-1 para los vallecanos.