Subirse en el capó del coche de Umtiti, hacerle una peineta a Jordi Alba, intimidar a Mathieu por apuestas, cargar contra De Jong o Koeman, robarle un reloj a Lewandowski... en los últimos años se han visto auténticas barbaridades entre jugadores y aficionados del FC Barcelona.
Muchos hinchas suelen esperar a los futbolistas a la salida de los entrenamientos o del Camp Nou, pero no todos con buenas intenciones.
El de Iñigo Martínez ha sido el último de los lamentables episodios que se han vivido en los últimos años.
El central, harto de los insultos que estaba recibiendo, se bajó de su coche para recriminar la actitud de los jóvenes. Algo debe hacer el club ya.