Ni para ti, ni para mí. Así acabó el derbi entre el Real Madrid y el Atlético jugado en el Santiago Bernabéu. Vikingos e indios firmaron tablas en un duelo de poder a poder en el que la timidez blanca del primer acto y el cansancio rojiblanco del segundo fueron clave en el fútbol visto y ofrecido. Ceballos y Rodrigo, los mejores en unos equipos que fallaron varios mano a mano ante unos enormes Courtois y Oblak,
Mucho respeto se tienen ambos equipos. Respeto obtenido por la cantidad de partidos jugados. Por la importancia de los duelos disputados. Por la relevancia del encuentro que se jugaba en el Santiago Bernabéu. Dos grandes de España, de Europa y del mundo se veían las caras... y en la mente de los 22 futbolistas estaba el no fallar. El no arriesgar. El saber que en este tipo de enfrentamientos cualquier detalle marca la diferencia.
El Real Madrid salió más timorato. Más temeroso quizá aparte de por el rival por el encuentro liguero jugando en el Sánchez Pizjuán. Sin asumir demasiados riesgos, los de Lopetegui se encontraron una y otra vez con la férrea zaga rojiblanca. Tan solo a balón parado, con Bale sorprendiendo, inquietó el cuadro blanco a los de Simeone.
Por aquel entonces, Griezmann ya había conocido a Thibaut Courtois. El francés ganó la espalda a toda la defensa blanca pero, cuando tenía enfrente al belga, optó por la solución más estética a la par que difícil. El arquero la sacó con la cara, y posteriormente sacaría otro mano a mano a Diego Costa. El ex del Atlético mantenía a flote al Real Madrid.
Le vino bien el descanso al equipo de Lopetegui. Las molestias de Bale, la salida de Ceballos y el cambio al 4-4-2 sorprendió al Atleti. El andaluz se marcó una señora segunda parte y volvió loco a un Simeone que vio cómo se descomponía su equipo. La solución fue reforzar el medio com Thomas y quitando a un Diego Costa horrible del que cuesta recordar su último gol en LaLiga. El de Ghana y Rodrigo, excelso, pararon el aluvión blanco.
Pero las ocasiones eran del Real Madrid. Jan Oblak salvó un mano a mano clarísimo de Marco Asensio, y Godín a punto estuvo de liarla con el balear en una buena actuación defensiva de Giménez. Se acercaba el final del partido, la igualdad reinaba y Lopetegui decidió que tan solo algo de magia podría darles algo positivo. Sí, debutó Vinicius. Duro papel el suyo ante un equipo que si se caracteriza precisamente por ceder espacios. Apenas pudo participar el brasileño.
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El duelo de titanes terminó en tablas. Cero a cero, con un Atlético mejor en la primera parte que en una segunda muy mejorable, y un Real Madrid que pecó de tímido en el primer acto y al que Ceballos alegró tras el descanso. Colíder el cuadro blanco, cuarto el equipo de Simeone... pero la dura papeleta de visitar el Bernabéu está solventada. LaLiga 2018-19 sigue su curso.