La que ha podido liar Griezmann en esta Liga. En un derbi que parecía ya decantado para el Real Madrid con el gol de Pepe, el Atlético hizo la igualada en el minuto 85 gracias a un tanto del galo en una definición de crack. Un punto para cada uno en un encuentro en el que los blancos dominaron durante casi siempre, pero se echaron la siesta el tiempo justo para que los del Cholo marcaran y se asentaran en la tercera plaza.
Quién iba a pensar que un derbi tendría tanta calma por parte de los dos equipos. Ambos jugaban con confianza, tanto en ataque como en defensa. Sin caer en la prisa ni en la imprecisión, buscando lo seguro y sin beneficiar al contrario. Con el freno de mano, sabedores de que este tipo de encuentros se suele decidir por detalles. Por un error. Por una ocasión... y a veces hasta por media.
Eso sí, el Atlético tenía más pisado el freno que el Real Madrid. Los rojiblancos, sin prisa alguna, esperaron a su momento cerrando todos los huecos posibles en defensa. Con Griezmann activo y siempre en movimiento, Carrasco apenas tenía opciones y Torres intentaba algunas internadas pero sin éxito. Las avanzadas por la izquierda, la banda de Filipe, no terminaban de cuajar y el fútbol rojiblanco se volcó a la derecha.
El del Real Madrid ocupaba todo el campo. Salvo un error de Ramos que acabó con un peligrosísimo disparo de Griezmann, el control del duelo era de los de Zidane. Podían haberse ido ganando al descanso, pero Savic hizo un milagro al sacar de cabeza y sobre la línea un tiro de Cristiano que el luso ya cantaba el gol. Fue la opción más clara de un encuentro en el que cualquiera podía marcar. Y en el que quien marcase primero tenía muchas opciones de llevarse los tres puntos.
Y el primer golpe lo dio el Real Madrid. En la antaño especialidad del Atlético, los blancos sacaron una falta para que Pepe, con un gran cabezazo, batiera a Jan Oblak. El esloveno ya había salvado minutos antes a los suyos al blocar un tiro a bocajarro de Karim Benzema. Era un 1-0 merecido, pues el cuadro de Zidane estaba proponiendo más en el Bernabéu que los de Simeone, sin que el Atlético hiciera eso sí un mal partido sobre el verde.
Gran parte del trabajo estaba hecho por los merengues. La lata estaba abierta y el Atleti, si quería sacar algo del feudo rival, debía abrirse e irse hacia arriba. Debía, pero no lo hicieron con demasiado entusiasmo. Con la misma tranquilidad de siempre, esperando su ocasión, los rojiblancos no variaron ni un ápice su argumento salvo por los cambios de nombres. Torres dejó su sitio a Thomas, pero antes el '9' tuvo la ocasión más clara para los suyos en un mano a mano que desbarató Keylor.
Griezmann no falló, para mala suerte de un Cerci que estaba a punto de salir y que vio cómo al final era Giménez el elegido. El francés aprovechó un buen pase entre la defensa para poner con su izquierda y ajustada al poste la bola. Y para hacer su ya clásico baile en el Santiago Bernabéu.
El galo bien ha podido incendiar la Liga, pues el Real Madrid debe recibir en dos semanas al Barcelona en un Clásico en el que el título está, más que nunca, en juego.