La faceta de nueve de Marco Asensio, el destello de Gareth Bale, la personalidad de Reguilón, el trabajo de Ceballos y el cambio de esquema de Julen Lopetegui en la segunda parte son las cinco mejoras del nuevo Real Madrid, que derrotó a la Juventus de Turín por tres goles a uno, con remontada incluida, en el FedExField (Maryland)
1. Asensio: El balear disputó la segunda mitad y marcó dos goles, ambos en los 20 minutos en los que ejerció de falso nueve. Marco Asensio se destapó en dicha posición, bajando a recibir para ayudar al inicio de la jugada y que los centrales del Juventus no le pudieran fijar y tuvo la inteligencia de estar bien situado dentro del área para ejercer de delantero. En el debate de quién va a marcar los goles de Cristiano apareció Asensio.
2. Bale: Todas las miradas están puestas en el galés, que tiene que liderar al Real Madrid tras la marcha de Cristiano, y la pasada madrugada puso la primera piedra con un gol desde la frontal del área aprovechando su gran disparo con la zurda ante el que nada pudo hacer el polaco Szczesny.
3. Reguilón: Con la duda de quién luchará por la titularidad en el lateral izquierdo con Marcelo, por el interés de la Real Sociedad y del Fulham en la cesión de Theo Hernández, ha aparecido Sergio Reguilón. Producto de La Fábrica, con dos cesiones al Logroñés, confirmó frente al Juventus las buenas sensaciones que dejó contra el Manchester United gracias a sus subidas al ataque y su desparpajo, siendo una de las salidas más utilizadas del Madrid para crear peligro.
4. Ceballos: La calidad del de Utrera es ya conocida, pero a esta le ha sumado el trabajo en el robo de balón que tanta importancia tiene para Julen Lopetegui. De sendas recuperaciones del centrocampista en la salida rival llegaron los dos primeros goles del Real Madrid y se está convirtiendo en uno de los jugadores de confianza del técnico vasco.
5. 4-3-3: En la segunda parte se vio a un Real Madrid más reconocible, con más posesión y una presión más organizada, gracias al cambio de esquema de Lopetegui. Tras una primera mitad alternando entre el 4-4-2 y el 4-2-3-1, el entrenador madridista recurrió al 4-3-3 con tres centrocampistas escalonados, con Marcos Llorente de eje del juego, que dio más solidez al equipo.