El Sevilla pasó por encima del Real Madrid (3-2) en un partido aplazado de la jornada 34 de la Liga y depende de sí mismo para conseguir un puesto europeo la próxima temporada después de los goles de Ben Yedder, Layún y Sergio Ramos, que marcó en propia meta después de fallar un penalti.

No fue el mejor día para el actual campeón de Europa, que tiene su mente en Kiev y no la moverá de la capital ucraniana hasta el 26 de mayo.

El objetivo, entre tanto, será evitar una lesión o cualquier contratiempo antes de intentar el asalto a la tercera 'Champions' consecutiva. Anoche cayeron con merecimiento sin Ronaldo, Kroos, Navas Marcelo, Modric y Bale.

El Sevilla, por su parte, puso todo sobre el césped. Las ganas, la ambición y los goles para recuperar la séptima posición.

El primero llegó en el ecuador del acto inicial gracias a un pase de 40 metros de Mercado, que acabó en botas de Ben Yedder. El héroe de Manchester definió con mucha clase gracias al interior de su pierna izquierda.

Fueron los peores momentos de un Real Madrid que pagó caros los desajustes defensivos. Ni Vallejo, ni Theo, ni el propio Ramos estuvieron a la altura.

El delantero sevillista ganó la espalda a los dos centrales para adelantar a los suyos, que han cambiado la mentalidad desde la llegada de Joaquín Caparrós al banquillo de Nervión.

Pocos minutos después llegó otra ocasión de los locales, esta vez tras un remate del 'Mudo' Vázquez que sacó Nacho bajo palos y, antes del descanso, el Sevilla sentenció al Real Madrid.

Esta vez el protagonismo lo ganó Nzonzi, que tras dos errores entregó a Layún para que marcase a placer. Con Casilla en el suelo, el sevillista solo tuvo que empujarla.

El 2-0 mató las ideas de un Real Madrid que siguió pasándolo mal nada más comenzar la segunda mitad. Ben Yedder perdonó el tercero, con Vallejo achicando agua, y Muriel también desperdició una contra que hubiera evitado la cantidad de sorpresas del tramo final. Del 3-0 se pasó al posible 2-1, pero no llegó.

Un penalti del 'Mudo' sobre Lucas Vázquez no lo aprovecharon los blancos. Su capitán Sergio Ramos cogió el balón con ganas de marcar a su ex afición y repetir su actuación del pasado curso, pero su golpeo se fue al larguero.

Le pegó tan fuerte que el cuero salió repelido sin opción de rechace. Llegó entonces el éxtasis del Pizjuán, sobre todo a seis minutos del final.

Una jugada individual de Mercado, sobre la línea de fondo, pegó en Ramos y engañó a Casilla. El de Camas pasó de marcar el 2-1 a encajar el tercero y sentenciar los tres puntos del equipo que le vio nacer. Los tres puntos se iban a quedar en casa salvo reacción merengue, que la hubo, pero no llegó a tiempo.

Primero marcó Borja Mayoral, que vio portería tras un centro de Asensio, y después le tocó el turno a Ramos, que volvió a coger el balón al ser señalado un nuevo penalti por Mateu Lahoz.

Esta vez el central madridista no falló, pero ya era demasiado tarde como para cambiar la victoria del nuevo Sevilla de Caparrós.

libre martin

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