La operación se centra en al menos siete empresas de la capital catalana que duplicaban los códigos de las entradas para burlar los controles del club.
La investigación se inició a raíz de la venta masiva de entradas para el partido Barcelona-Real Madrid que se disputó el pasado 6 de mayo. Las detenciones se han practicado a dos días de que el próximo domingo se dispute el Clásico en el Camp Nou.
Estas empresas habrían utilizado lectores electrónicos de
los chips que aparecen en los carnets para fabricar entradas y generar una situación
de negocio paralelo.
Los registros se producen a dos días del partido entre el F.C.
Barcelona y del Real Madrid en el Camp Nou: son más de 1.000 los socios
expedientados por el Club por haber cedido los carnets a otras personas a
cambio de dinero.
La falsificación de entradas se hacía a partir de los carnets
que cedían los abonados: el club ha participado en la denuncia y está
participando con la Guardia Civil. El volumen del negocio supera el millón y
medio de euros y es que algunos abonados expedientados han sacado incluso
25.000 euros de beneficio por colocar sus carnets.