La Real Federación Española de Fútbol pagó 1,8 millones de euros al ex seleccionador femenino Jorge Vilda tras su despido en septiembre de 2023 para evitar ir a juicio.
La intención inicial de la Federación era pagarle hasta el momento de su desvinculación, pero la oferta de renovación que Luis Rubiales le hizo en público ante la asamblea federativa, en la que se le prometía un contrato de cuatro años cobrando medio millón de euros por temporada, complicó las cosas.
Vilda se acogió al Estatuto de los Trabajadores y a las normas internas de la RFEF, argumentando que reconocían la vigencia de los contratos verbales, y exigió que se admitiese que su despido era improcedente al haber logrado los objetivos deportivos que se fijaron.
Por ello, la RFEF decidió llegar a un acuerdo con el técnico para desembolsarle 1,8 millones de euros brutos y admitir el despido como improcedente.