Le ha costado. Le ha costado mucho. Muchísimo. Pero sí, por fin la tiene. Por fin tiene la 'Primera' lejos del Barça. Lejos de Messi. Lejos del equipo que le coronó como mejor entrenador del mundo. Al que puso su sello. Al que hizo ser referencia en el mundo del deporte. Sí, han pasado años. Demasiados años. Y demasiadas Champions. Pero, por fin, en 2023, Guardiola vuelve a reinar en Europa. Vuelve a reinar, esta vez con el Manchester City.
No pudo serlo con el Bayern, y le ha costado dos intentos, dos finales, para alzarse con la Orejona en el todopoderoso y multimillonario equipo inglés. Lo ha hecho con un fútbol diferente al que acostumbraba. Adaptándose a lo 'nuevo'. A un City, a un Haaland, en el que hemos visto algo diferente al llamado 'ADN Barça'.
Porque dominar, lo que se dice dominar, poco. Poco dominio. Poco juego vertical. Poco 'tiki taka'. Sí. Muy poco. Muy poco, pero así también se gana. También se gana sufriendo. Defendiendo. Teniendo orden. Sabiendo leer un partido. Aprovechando segundas jugadas.. y sí, evitando que se juegue en los minutos finales de un escueto 1-0.
Uno a cero, y Lukaku...
Así fue, por un tanto. Con el 'unocerismo' tan criticado en algunos equipos y en determinados entrenadores con el que se coronó Guardiola en el City. Con uno que bien pudo ser más, y también menos. Porque el duelo, en los primeros compases, fue del Inter. Y en los últimos también.
Con ocasiones claras. Clarísimas. Lautaro, por ejemplo. Y Dimarco, quien cabeceó al larguero. Pero fue Lukaku quien tuvo la más clara de las opciones para igualar el envite cuando Guardiola y el resto del City saboreaban la Champions.
Fue en un encuentro más bien espeso. De los dos. Uno fue con lo que pudo y con lo que tuvo; el otro, el campeón, parecía más bien incómodo. Sin imponer su ritmo, expuesto en cuanto a estilo. Porque el partido, porque la final, parecía jugarse más a lo que quería el Inter de Milán.
Rodri, MVP de Estambul
Mucho tuvo que ver Rodri con eso. El español, llamado a coger la batuta de la Selección, lo sabe. Sabe que fue clave en Estambul. Sabe que su primer acto, como la del resto de compañeros, no fue precisamente brillante. Y sabe también que, sin él, a saber quién habría dado la Champions a los 'citizens'.
Porque fue él, y no otro, quien desniveló la balanza a favor del equipo de Pep. Fue en el segundo acto, ya sin un De Bruyne lesionado en el 30' que a buen seguro sufrió más en el banco que el ecampo. Fue ahí, en el 68, cuando Bernardo Silva se internó en el área. Su centro, repelido por la zaga, le cayó a Rodri en la frontal. El resto es y será historia del City.
Es y será de esos momentos que se recordarán siempre en vídeo. Que estará en la retina de cada aficionado y de cada aficionada del equipo. Llegó Rodri y, con la derecha, la colocó entre no pocos jugadores en las redes de Onana. Nada pudo hacer el camerunés.
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El City, 'The Best'
Y con eso, y sufriendo, llegó la 'Primera' para Guardiola tras dejar el Barça. De un Guardiola visiblemente emocionado. De uno que sabe lo complicado que es conquistar Europa. A quien le ha costado años volver a ser el mejor. Serlo con el City, con un City que se ha gastado cientos de millones de euros para estar donde está. No ha sido un camino fácil, pero este final, o más bien 'final', bien les habrá merecido la pena.