2020 apuntaba a ser el peor año de la vida de Ronaldinho Gaucho. Tras ser detenido en Paraguay por falsificar pasaportes junto a su hermano Roberto de Assis Moreira, el exfutbolista del FC Barcelona salió de prisión tras una estancia de 171 días en ella.
Una vez fuera de la cárcel, el brasileño volvió a su país natal y se enroló en diversas actividades que le podría haber repercutido un beneficio de más de 5 millones de reales brasileños (unos 788.000 euros).
En Belo Horizonte (Minas Gerais), la sonrisa del fútbol fue contratado por una empresa para impulsar las obras en el estadio del Atlético Mineiro, club con el que ganó la Copa Libertadores en 2013.
A su vez, en la localidad abrió un estudio musical para dar el salto a la industria de la mano del grupo Recayd Mob y el rapero Djonga, que se unieron al '10' en su proyecto 'Tropa do Bruxo'.
Paralelamente, Ronaldinho cambió de sector para invertir en bebidas alcohólicas, creando su propia marca de ginebra orgánica (R-ONE). Antes, ya impulsó su 'Vino de Campeones'.
La construcción y el alcohol no han sido los únicos focos a los que ha apuntado el Gaúcho. Además de ser imagen de las campañas publicitarias de la aplicación de viajes 'Buser' y de la casa de apuestas 'Betcris', el exjugador apostó por los ya famosos 'e-sports', creando su propio equipo, 'R10 Team', y siendo imagen de Pro Evolution Soccer (PES) y FIFA.
En total, los negocios del brasileño le podrían haber reportado cerca de 800.000 euros, tal y como publica 'El País'. Tras un 2020 atípico, en el que tocó el pozo de su vida pisando una prisión paraguaya, Ronaldinho parece haber resurgido, al menos, en el plano económico.