Día soleado y festivo en Sevilla durante la celebración del Corpus Christi. La ciudad hispalense acogerá la noche de este jueves el primer partido que se jugará en Primera División desde que se suspendiese LaLiga a causa de la crisis del coronavirus.
El encuentro se disputará a puerta cerrada, sin público. Tampoco podrán estar los aficionados de ambos equipos en los aledaños del estadio, tal y como afirmó Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes.
Para evitar aglomeraciones, todo el perímetro del feudo sevillista está vallado y habrá un dispositivo de seguridad de unos 600 agentes de la Policía Nacional para evitar cualquier 'quedada' de aficionados antes, durante o después del partido.
El balón rodará sobre el verde del Pizjuán a partir de las 22:00 horas, dando pie al comienzo de casi dos meses frenéticos de competición doméstica donde, en once jornadas, 20 equipos se jugarán su futuro.
Este miércoles, por su parte, se reanudó el campeonato de Segunda División con la disputa de los 45 minutos que restaban del Rayo Vallecano-Albacete, saldándose el encuentro con victoria local por la mínima gracias a un golazo de Advíncula.