El único superviviente del accidente de tráfico en el que murió el futbolista José Antonio Reyes, Juan Manuel Calderón, su primo, se quemó tras intentar rescatar a los dos fallecidos, según ha podido saber laSexta.
En un primer momento Calderón salió por su propio pie por la puerta trasera del coche y fue cuando intentó salvar a los otros dos ocupantes del vehículo en la parte delantera cuando sufrió heridas de gravedad: el coche estalló dejándole graves quemaduras en el 60% del cuerpo que le mantienen en la UCI.
El primo de Reyes se mantiene en estado grave en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, sin mejorar su estado en las últimas horas. Fuentes hospitalarias han informado de que Calderón, de 22 años, se mantiene estable dentro de la gravedad, y sigue bajo sedación, además de respirar con ventilación mecánica.
Así fue el accidente mortal
El trágico accidente pudo haber sido provocado por un descuido, según ha podido saber laSexta. Sucedió cuando el coche, un Mercedes Brabus S550 de gran cilindrada, superaba la velocidad permitida colisionó contra la mediana, reventó una rueda, se salió de la vía y acabó incendiándose a 200 metros de la vía.
Mercedes Brabus S550: así era el coche que conducía Reyes
El coche que Reyes conducía era un Mercedes de alta gama, con 550 CV de potencia y que podía alcanzar los 250 km/h. El modelo de serie cuenta con motor de ocho cilindros, 469 CV de potencia e inyección directa biturbo; y es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. Sin embargo, el de Reyes era un modelo mejorado y tenía más potencia.
Sevilla, llena de emoción y de dolor en la despedida a Reyes
La trágica muerte de Reyes conmocionó al mundo del deporte, pero sobre todo a Sevilla. Una muestra fue el momento en el que el féretro del futbolista salió del Sánchez Pizjuán entre aplausos y con la afición sevillista entonando el conocido himno del centenario.
La localidad sevillana de Utrera, donde había nacido el futbolista, fue otro de los lugares que se llenó de emoción en la despedida. La imagen más impactante fue la del padre del fallecido, que se rompió durante el acto.