Dicen que hasta el final de un partido todo puede pasar... pero parece que tras el final también pueden pasar cosas. Y es que en el Sevilla - Granada se vio y se vivió algo que a saber si alguna vez se ha vivido, con un árbitro que llamó de nuevo a los jugadores de ambos equipos tras acabar el encuentro para que jugasen un minuto más.
Todo tras una conclusión protestadísima por un Granada que acortó distancias en el 90 y que no entendía que estaba pasando. Lo que pasó fue que el trencilla añadió cuatro minutos... pero cuando se cumplió el 93 señaló el final.
Debido a su error, posiblemente de comunicación, cuando los jugadores estaban ya incluso sin las botas y las medias, De Burgos Bengoetxea les hizo regresar al verde.
Julen Lopetegui no podía dar crédito a lo que estaba presenciando, y es que cuando ya daba por hecha la victoria, por 2-1, para seguir peleando por LaLiga, el árbitro les hizo volver al césped para jugar hasta el minuto 94.
El minuto que restaba se jugó, y el Granada ni tocó el cuero en el tiempo de añadido tras el final del partido.
Los tres puntos se quedaron por tanto en el Sánchez-Pizjuán y el Sevilla sigue soñando con conquistar LaLiga. Están a un punto de Real Madrid y Barça.
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