Inédito lo ocurrido en un partido de fútbol en Brasil entre Comercial y Costa Rica, de la liga estatal de Mato Grosso do Sul. El árbitro señaló la pena máxima tras una falta dentro del área del Comercial. Hasta ahí, todo normal. Pero lo extraño llegó en el momento del lanzamiento. Cuando el delantero se disponía a lanzar, el portero local corrió hacia el balón, como si el balón estuviera en juego.

Martins, guardameta del Comercial, sorprendió a todo el mundo adelantándose más allá del área pequeña y llegándose a plantar a escasos metros del lanzador. Lo sorprendente es que el árbitro, que presenció la jugada en sus narices, no advirtió al cancerbero de su ilegal acción.

El portero no se debe mover de la línea blanca de la portería. Martins quiso saltarse esta regla e ir corriendo hacia la pelota, aunque no consiguió detener el lanzamiento. Joazinho, delantero de Costa Rica, transformó el penalti ante la inútil e ilegal estirada del guardameta.