Durante el inicio del encuentro entre los Montreal Impact y New England Revolution de la MLS, las cámaras dejaron a un lado el fútbol y enfocaron a Thierry Henry junto a su banquillo.
Estaba arrodillado y con el puño en alto. Y así se mantuvo durante ocho minutos y 46 segundos, justo el tiempo que George Floyd estuvo en el suelo antes de morir a manos de un policía estadounidense.
Así fue la protesta del técnico galo, que dirige a los Montreal Impact desde hace apenas unas semanas. Una acción que ha recibido numerosos elogios por parte del mundo del deporte. La propia MLS publicó la imagen en sus redes sociales.
Henry anunció en la rueda de prensa previa al choque que llevaría a cabo una reivindicación, pero no quiso dar pista alguna. "No sé qué se nos permitirá o no hacer para apoyar la causa. Hay algo que me gustaría hacer, pero me lo guardo para mí", comentó. El resultado ha sido este gesto contra el racismo.
Ahora en Estados Unidos, esta es la segunda experiencia en los banquillos del galo como primer entrenador. Tras ser ayudante de Roberto Martínez en la selección de Bélgica, tomó el mando del Mónaco durante 19 partidos para posteriormente acudir a la MLS, donde actualmente dirige al Montreal Impact.