Avisó Unai Simón antes del duelo ante Suiza: "Hoy soy mejor portero que ante Croacia". Y lo demostró en una tanda de penalti de infarto donde detuvo dos penaltis y clasificó al equipo español para las semifinales de la Eurocopa.
El partido se decidió gracias a las dos paradas de Simón y al gol final de Mikel Oyarzabal. España jugará las semifinales el próximo martes en Wembley. Pero para ello tuvo que sufrir mucho. Muchísimo.
Fue, sin ninguna duda, el partido más espeso de la selección española en toda la Eurocopa. Mucho más que ante Suecia y Polonia, duelos en los que sí se crearon ocasiones.
No fue así ante una Suiza que esperó todo el partido en su campo, como ante Francia, buscando las salidas en velocidad con Shaqiri, Embolo y Seferovic. Pero España golpeó primero.
Cuando apenas habían transcurrido diez minutos, en una jugada de estrategia a la que no llegó Laporte, Jordi Alba golpeó duro y la pelota se estrelló en la espalda de Zakaria para acabar colándose en la portería suiza.
España mandaba en el marcador, pero el juego era muy parejo. Ninguno de los dos se aproximaba con peligro hasta el área rival con el paso de los minutos. Un error sería fatal. Y así fue... en el campo español.
No se entendieron los defensas de Luis Enrique y la pelota le llegó a Shaqiri, delantero del Liverpool, que no está acostumbrado a perdonar. No lo hizo y con ese gol mandó el partido a la prórroga.
Sommer paró más de una decena de disparos en una prórroga en la que sólo existió España. Suiza, con uno menos, se defendió y forzó los lanzamientos de penalti como ante Francia.
Pero el héroe no fue Sommer, sino Unai Simón, que detuvo dos lanzamientos de penalti. La selección de Luis Enrique sigue derribando barreras.