Repugnante, lamentable, horrendo, nauseabundo... faltan adjetivos para calificar lo que ocurrió este fin de semana en el encuentro que enfrentaba al Club Deportivo Amor de Dios de Zamora contra el Racing Benavente.
En los campos de Valorio de Zamora se produjo un episodio de insultos racistas y homófobos durante un partido de alevines (niños de 10 y 11 años).
Estos vinieron por parte de otros menores que se encontraban en la grada y que pusieron la mira en un joven de tez morena que, tras el partido, llegó a plantearse dejar el fútbol.
"No quería volver porque se metían con él, con el color de su piel", dicen desde el Amor de Dios en declaraciones recogidas por 'EFE'.
Paralelamente, también se dieron comentarios homófobos contra el portero local.
"A nosotros no nos verás estar metiéndose con unos o con otros, es lo primero que enseñamos, preferimos perder antes que un niño salga llorando por cualquiera de esas situaciones, al final el deporte es educación", añaden desde el club.