El fútbol tiene estas cosas. Tiene lágrimas claro está, pero también sonrisas que no caben en la cara. Y todo por un simple gesto. Todo por un detalle. Una de esas cosas que no hay porqué tener pero que si se tienen llevan felicidad y alegría a la gente. En Bélgica vimos, posiblemente, una de las imágenes más emotivas de este año.
Fue en un partido del Brujas, en su visita al Mouscron. Allí había aficionados visitantes y un jugador que hizo más que feliz a uno de ellos. Se trata de Ruud Vormer, que regaló una camiseta un joven que había en las gradas y que no supo cómo expresar la tremenda alegría que sentía en se momento.
Primero lo celebró como si hubiera dado a Bélgica aun Mundial, luego se abrazo con su padre con tal fuerza que a saber si su progenitor tiene bien todas sus costillas y la espalda. Y para terminar, lo que no puede faltar cuando hay tanta alegría: lágrimas, pero de felicidad. De mucha felicidad.
Y es que el fútbol es algo más que dar patadas a un balón. Es eso, claro que lo es, pero también es sentimiento y emoción. Y para los profesionales, también es poder llevar alegría a los que les consideran ídolos y semidioses. Bravo por Vormer.
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Su hermano Álex, segundo
La incontestable primera victoria de Marc Márquez con Ducati en la 'sprint' del GP de Tailandia
El de Cervera aprovechó la 'pole' conseguida en la sesión de clasificación para el empezar el mundial de la mejor manera. Álex Márquez y 'Pecco' Bagnaia completaron el podio junto a él.