"Tengo 800 camisetas de fútbol". Las guarda en cajas en su patio, tiene tantas que no sabe ni dónde guardarlas.
José Antonio sigue luchando contra la leucemia, teniendo como "pacto" el "no llorar", mostrando una fuerza titánica. "Cada camiseta que llegaba era una sonrisa", reconoce su madre.
Aunque de todas las camisetas que tiene, hay una a la que tiene más cariño: la de Joaquín. "Entró por la puerta y vestido de normal no sabía ni quién era", afirma José Antonio.
También se ha encontrado con Iniesta o Messi. Aunque esta historia no pintaba bien, ya que le daban un 10% de opciones de vida, el fútbol sigue ayudándole a ganar su propio partido.