Nick Newell, de 33 años, nació sin mano, pero parece ser que con una le basta. Tras ser repudiado por la UFC, se le vio visiblemente emocionado en un día histórico para el luchador tras ganar su primer combate en una gran liga.

El combate era su única oportunidad para convencer a las grandes ligas de que le contraten y de que es capaz de pelear con los mejores por los grandes título, entre ellos, el de campeón del mundo.

Se ha curtido en circuitos menores por Estados Unidos antes de saltar a las grandes ligas. En su debut, ha ganado a Corey Browning con una llave en el primer asalto.

Sólo le hicieron falta tres minutos y 15 segundos para tumbar a su rival, inmovilizándole hasta conquistar la victoria. "Ha sido una noche especial. Me ha llevado 10 años llegar hasta aquí y no pienso irme", afirmó mientras trataba de evitar llorar.