Es jueves 16 de mayo. Faltan 48 horas para el Valladolid-Valencia y, según desvela El Mundo, una importante reunión tiene lugar en este punto de la capital vallisoletana.
Borja Fernández y Raúl Bravo mantienen un largo encuentro, en el interior del bar cuyo copropietario es el capitán en ese momento del club pucelano.
El propio Borja, tal y como informa 'El Mundo', lo habría reconocido a la Policía, aunque desmintiendo que fuera para amañar ningún partido. Según contó Borja, Raúl Bravo le habría pedido entrenar en la cantera del Valladolid.
Pero para los investigadores, es en esta reunión cuando ambos jugadores coordinaron la estrategia para comprar el partido
realizando apustas millonarias vinculadas al resultado.
A un marcador que terminaba con victoria del Valencia por 0-2 ante un Valladolid que ya se encontraba salvado del descenso. Un partido bajo sospecha, que ha llevado a la detención de los dos jugadores 12 días después de esa supuesta reunión.
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En conjunto blanco se escudó en los argumentos que expuso el portugués en 2018 pidiendo "flexibilidad" en el gremio arbitral y poniendo de ejemplo a los árbitros ingleses, que según él ignoran los 'fu*k off'.