Los Juegos Olímpicos no solo son el mayor evento deportivo del mundo, sino también sirve de escaparate para dar visibilidad a muchos deportes minoritarios. Deportes que ven crecer el interés en ellos gracias a verlos en las olimpiadas.
Por ejemplo, a irrupción en las Olimpiadas de Tokio 2020 de la escalada, hizo crecer el interés por un deporte hasta entonces minoritario. Y la medalla en dichos Juegos de Alberto Ginés, todavía más. Tanto es así que en menos de un año el número de escaladores federados creció casi un 10%.
"Desde que la escalada es deporte olímpico y sale en televisión hemos notado que realmente hay una curiosidad", señala Israel Lamolda, jefe de equipadores del rocódromo Natural Climb.
Pero también son un escaparate para los que están empezando y puede ser su vocación, como es el caso de Irene, de 14 años, que descubrió la natación gracias a los Juegos de Tokio. "Cuando nadaba una española me ponía a gritar como una loca", relata. Esa española era la nadadora Jessica Vall, con la que comparte piscina si, pero también tienda: "Me compro las cosas en el mismo sitio que una olímpica, es muy guay".
Y es que los Juegos Olímpicos no solo mueven sentimientos, se han convertido en un motor económico para espacios de entrenamiento y tiendas de deporte: "Aquí tenemos muy buena base de natación y si que viene sobre todo por nadadoras y si que se mueve el mundo de la natación de cara a los Juegos Olímpicos", comenta Marc Queraltó, copropietario de Sportissim.
Eso sí, sin duda si un deporte mueve masas y dinero es el tenis con Rafa Nadal y Carlos Alcaraz como principales referentes. Y es que el éxito deportivo también influye en las ventas, como asegura Pau Pérez Rico, director regional de comunicación de El Corte Inglés en la Comunidad Valenciana y Murcia: "El rendimiento deportivo de nuestras selecciones y de nuestros deportistas en general está muy ligado al resultado en ventas".