España ya tiene una nueva medalla. Ya tiene una plata que sabe a oro. La Selección de baloncesto 3x3, tras clasificarse para la final en un sufridísimo partido ante Estados Unidos, no pudo ante Alemania en París pero suma una presea que sin duda alguna sabe más que bien para la delegación española.
El partido no empezó con buen pie para las españolas, que encajaron un 0-3 de parcial de las alemanas nada más arrancar. No obstante, lograron reponerse y ponerse por delante en el marcador. Finalmente, un triple dolorosísimo y un tiro que no entró de Gracia dejaron a España sin el oro y con una plata muy meritoria.
Y es que ha sido, quizá, un metal inesperado. En la segunda vez en que esta modalidad del basket es olímpica, España ha ido paso a paso en París para plantarse en una final en la que lo han dado todo.
En la que querían poner el broche de oro a una participación simplemente histórica. Ganando. Jugando bien. Dejando atrás a toda una selección como Estados Unidos en un duelo que se fue a la muerte súbita. Todo, para llegar a la final.
A una en la que Alemania era la rival. Ya se conocían de antes. De la fase de grupos. De un partido en el que Alemania ganó. Quizá por eso, las germanas sabían cómo meter mano a España.
Sí, no ha podido ser, pero eso no quita para que las cuatro jugadoras de España hayan escrito su nombre con letras de plata en los libros de historia de la delegación española en los Juegos Olímpicos.
Plata, una plata que sabe a oro. Una plata que llega de la mano de Gracia Alonso de Armiño, Sandra Igueravide, Juana Camilion y Vega Gimeno.