En menos de dos meses arrancan los Juegos Olímpicos de París. Hasta allí se trasladará María Corbera, una de las mejores canoístas del mundo. Pero su deporte no siempre fue este. Antes, lo suyo era el kayak, pero, como cuenta a laSexta, se "hundió" y llegó a odiarlo tanto que todo lo relacionado con el piragüismo le daban nauseas. Así, acabó cambiándolo por la canoa y, desde entonces, solo sabe sumar medallas.

La deportista confiesa a laSexta que "hubo un momento en el que odiaba el piragüismo". "Me daban nauseas cuando me hablaban del deporte, incluso por acercarme a la piragua. Entraba en un estado de malestar muy alto. No podía, lloraba y sufría", añade.

Corbera no era feliz en su deporte pese a que triunfaba. Según cuenta, quería dejarlo, pero se mantuvo fuerte y se reinventó probando con la canoa hasta convertirse en una de las mejores del mundo.

"He sufrido mucho" asegura la deportista, quien reconoce que ha "nacido para luchar". Ahora luchará, por fin, en una cita olímpica en París.