En el Día Internacional contra la LGTBIfobia en el deporte, asociaciones LGTBI+ y deportistas exigen erradicar cualquier modo de discriminación. "Es LGTBIfobia los insultos que nos encontramos en las gradas y en los terrenos de juego, la incomprensión en los vestuarios de los equipos deportivos, pero también lo es el rechazo y el odio que reciben en redes", denuncia Víctor Granado, presidente de la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+.
A algunos deportistas estos comportamientos les ha perseguido desde que eran pequeños. "La palabra maricón me ha acompañado toda mi vida, tanto en lo profesional como en lo personal", lamenta el waterpolista Víctor Gutiérrez, quien añade que aún "es muy habitual escuchar frases como 'No chutes como un maricón' o 'No chutes como una niña'".
Estos ataques sexistas y LGTBfóbicos también los sufrió el gimnasta Cristofer Benítez. En su caso, destaca la agresión en redes sociales por parte de otra deportista, la patinadora rusa Tatiana Nazca, que compartió un vídeo de una competición del gimnasta con el siguiente texto: "Lo masculino seguirá siendo lo masculino, y lo femenino, lo femenino. Y mis hijos nunca verán esto". Sin embargo, para Cristofer Benítez esto no es nuevo: "Es uno de los muchos mensajes que me he encontrado a lo largo de mi carrera deportiva".
Otra de las deportistas que sufre este acoso e intromisiones en su vida personal es la jugadora de bádminton Beatriz Correales: "Están sobrepasando los límites del respeto hacia las personas y de lo que quieren hacer, la dignidad".
Visibilidad contra la LGTBIfobia
Para luchar contra este tipo de discriminación, es imprescindible dar visibilidad y no permitir el acoso. Un ejemplo de ello es Josh Cavallo, el primer futbolista en activo de primera división en hacer pública su orientación sexual. Gestos como el suyo, contribuyen a que nunca se repita la historia de Justin Fashanu. El primer futbolista que salió del armario y que se suicidó un mes después de hacerlo.