Dentro de los estadios no habrá problema, pero fuera se espera un infierno. Es la realidad a la que se enfrentarán los atletas que disputen el Mundial de Doha.
El aire acondicionado paliará los efectos del calor y de la humedad en los estadios. Y fuera... la cosa cambia. La maratón y la marcha son las pruebas más afectadas.
Para ello, el equipo español se ha llevado un termómetro intracorpóreo para los atletas. Una pastilla que ya han probado en varias ocasiones antes de llegar a Catar. Los resultados se monitorizan en pantallas.