Conor McGregor sufrió su primera derrota por nocaut en su trayectoria en la UFC. El irlandés, que se enfrentó a Poirier, apenas duró un par de asaltos y dejó una imagen más que preocupante... después de la pelea.
Una que está dando la vuelta al mundo. El luchador, tras el combate contra su adversario, abandonó el lugar con muletas, cojeando de forma ostensible y sin prácticamente poder apoyar su pierna derecha.
En la rueda de prensa posterior al duelo, McGregor reconoció que el golpe de Poirier en su pantorrilla le hizo sentir un dolor que nunca antes había experimentado.
El irlandés, desde 2016, apenas ha participado en un par de combates en el octógono y eso se notó. Uno lo ganó y el otro, frente a Khabib, lo perdió.
Precisamente el ruso quiso acordarse de su gran rival en la UFC tras la pelea. El campeón de peso ligero le dejó un buen recado a 'Notorious'.
"Esto es lo que pasa cuando cambias a los 'sparrings' que te hicieron campeón y usas niños...", dijo en redes sociales.
Sin duda, el regreso de McGregor al octógono no fue ni mucho menos triunfal...