El Gran Premio de Mónaco dejó una carrera en la que no sucedieron demasiados imprevistos. Si a esto se le suma la bandera roja de la primera vuelta, en la que todos los pilotos cambiaron ruedas, la oportunidad de que ocurriera algo inesperado con la gestión de la estrategia se esfumó.
El accidente de Sergio Pérez y el posterior encontronazo que tuvieron los pilotos de Alpine fueron lo más reseñable del domingo en Mónaco. El estrecho trazado de Montecarlo ha demostrado de nuevo que la Fórmula 1 actual no puede generar espectáculo en carrera con estos coches tan poco ágiles.
El que si tuvo espectáculo el domingo fue el jefe de Alpine, Bruno Famin. Sus pilotos volvieron a ser protagonistas y esta vez no por el bajo rendimiento de su coche. Esteban Ocon protagonizó una acción muy arriesgada y brusca que acabó con su coche fuera de carrera y con el de Gasly dañado, aunque este último logró acabar en puntos.
Ocon se metió por un hueco inexistente para tratar de adelantar a su compañero antes de entrar en el túnel, aunque la maniobra no acabó como esperaba. Su Alpine despegó tras impactar con su compañero y aparte de quedarse fuera de la carrera por destrozar su monoplaza, el francés dejó al descubierto el fondo plano de su A524.
Bruno Famin fue muy crítico con la acción de su piloto y aseguró que el accidente le traerá reprimendas: "El ataque de Esteban estuvo completamente fuera de lugar. No era lo que queríamos ver. Habrá consecuencias. Vamos a tener que tomar una decisión difícil".
No se sabe que clase de acciones tomará el equipo pero se vieron imágenes del propio Famin conversando con Doohan, que es el piloto reserva. Ocon por su parte asumió toda la responsabilidad del incidente y se disculpó ante los medios.
"El incidente de hoy ha sido mi culpa, el hueco era demasiado pequeño al final y pido perdón al equipo por lo ocurrido. Espero que acaban en posiciones de puntos hoy, se lo merecen", ha expresado Esteban Ocon para finalizar.