Tras toda una vida en Honda y seis títulos de MotoGP, Marc Márquez dijo basta y abandonó la marca japonesa ante la imposibilidad de poder luchar por el mundial con esa moto. Y el tiempo le ha dado la razón. Honda sigue hundida y él está luchando por el mundial con Gresini, la satélite de Ducati.
El jefe de Honda, Alberto Puig, ha reconocido que Marc tomó la decisión correcta. Así lo ha dicho en 'DAZN': "Yo veo a Marc muy bien, se fue porque consideraba que necesitaba una moto más competitiva y con los números, es evidente que hizo lo que tenía que hacer y que iba estar en la batalla por el título era evidente".
"Sigo hablando con él, está 'afaenado', tiene lío pero está contento, él quería ver sus posibilidades reales para ver si seguía siendo competitivo o no, la duda está super despejada", comentó el jefe de Honda.
Los problemas en Honda no cesan. La moto no es competitiva y en la fábrica no dan con la tecla. Y otro que ha dicho basta después de Márquez es Joan Mir, que podría salir el próximo invierno. Aunque Puig confía en convencerle para que continúe al menos una temporada más.
"No estamos hablando con nadie, seguimos pensando que Joan es un piloto súper rápido, es dos veces campeón del mundo y yo siempre he pensado que juzgar a un piloto cuando la moto no es competitiva es un error", apunta el jefe de la marca nipona.
Quieren mejorar, pero en estos momentos están perdidos: "Nos gustaría estar en otra fase, tomamos una dirección que probablemente no era la más acertada y estamos utilizando las concesiones para comprender eso, cuando las podríamos estar utilizando también para desarrollar. Estamos haciendo todo a la vez- Yo espero que después del verano, del parón, podamos haber encajado un poco las cosas, no te diré de hacer un salto salvaje, pero poder empezar a tener una moto más competitiva y empezar a hacer cosas".