La sordera puede ser una desventaja, pero no un impedimento para Lydia Sempere. La protagonista de este reportaje ha logrado su sueño de ser piloto profesional sin importar su discapacidad auditiva. "Tengo una sordera bilateral profunda de nacimiento y, a pesar de tener esta sordera, siempre mi ilusión ha sido ser piloto", comenta.
Desde los siete años empezó a "pilotar en silencio" en la escuela de karting del Circuito Ricardo Tormo, ya que tenía que quitarse los implantes cocleares que la dejaban escuchar mínimamente porque no entraban en el casco.
"La comunicación era mínima. Era ponerme el casco y correr sin saber lo que sucedía a mi alrededor. No podía cubrir huecos porque no escuchaba a mis rivales", explicaba. Entonces, su padre fue quien pidió ayuda, encontrando en Marc Gené a su ángel de la guarda. El expiloto y asesor de Ferrari en Fórmula 1 consiguió encontrar un casco adaptado que pudiera incorporar esos implantes y desde entonces pudo mejorar hasta llegar a donde está.
"El casco que llevo a día de hoy me ayuda muchísimo a escuchar, pero no es la solución 100%", comenta. Aun así, ha sido capaz de formar parte del Campeonato de España de Turismos para esta temporada.
Además de esa ayuda, Lydia cuenta con una barra visual en su coche que le indica cuando cambiar de marcha, ya que es incapaz de saber por el sonido cuando el motor le pide más o menos revoluciones.
"Dispongo de un dispositivo que me marca la luz y eso es un avance brutal", explica mientras enseña a las cámaras su funcionamiento. Unas facilidades que suplen las muchísimas dificultades por las que ha tenido que pasar Sempere a lo largo de sus 24 años de vida y que, como ella misma dice, "con trabajo, constancia y superación se puede conseguir" cualquier cosa.
Ahora su objetivo es llegar en un futuro a las W-Series y ser así un altavoz para todas aquellas personas con discapacidad que tengan un sueño que parezca imposible. Lydia ha demostrado que no hay nada que no se pueda alcanzar.