Serios momentos de incertidumbre los que se vivieron durante una carrera de aceleración en Estados Unidos. El coche de Brandon Pesz perdió el control y sacó el paracaídas para intentar frenar, pero arrolló al otro vehículo, empotrándose ambos contra el muro.
Los dos coches quedaron atrapados en un incendio que dejó al paddock en estado de 'shock' después de ver al coche de Pesz recorrer varios metros bocabajo y rodeado de llamas.
Afortunadamente, ambos resultaron ilesos y pudieron salir por su propio pie de unos coches con una cilindrada de 2.500 caballos que pueden alcanzar los 410 kilómetros por hora.
"Esta es la demostración de cómo conducir como un idiota", criticó el equipo Dustin Nesloney a Brandon Pesz tras el incidente.