Ahora que Mercedes ha vuelto a ver la luz, con dos victorias consecutivas de George Russell y Lewis Hamilton, confían más que nunca en convencer a Max Verstappen para el futuro. Es la gran obsesión de su jefe, Toto Wolff, que no se rinde a pesar de las constantes negativas del piloto neerlandés.
Max ha insistido en que seguirá en Red Bull al menos a corto plazo. Su contrato finaliza en 2028 tras una renovación multimillonaria. Pero el nuevo reglamento de la Fórmula 1 en 2026 podría marcar el destino del tricampeón de la competición.
Toto, tras el triunfo de Lewis este fin de semana, volvió a lanzar un mensaje a Max: "Creo que necesitamos seguir calmados y seguir con la temporada. No lo sé, él tuvo muchas oportunidades de ver nuestro coche en esta carrera...".
"No creo que esto influya en nuestra forma de pensar. Siempre he dicho que necesitamos un coche que vaya rápido y si tenemos un coche que va rápido, pondremos a un piloto en él y tendremos el interés de varios pilotos más", dice el jefe de la escudería de las flechas de plata.
"En Austria no estábamos demasiado lejos. Si miras la distancia antes del coche, eran dos décimas. Es lo más cerca que habíamos estado desde hace tiempo y en un circuito que no nos gustaba. Siendo sinceros, no esperábamos esto en Silverstone porque sólo introdujimos pequeñas cosas en el coche. Esperamos con más ganas Budapest o Spa. Tenemos motivos para pensar que lo que hacemos ahora es lo correcto", detalla Wolff.
El paso adelante de Mercedes ha sido muy contundente. Antes, sólo McLaren podía competir contra Red Bull. Y ahora ellos también. El campeonato está más apretado que nunca y la carrera por dominar la F1 en los próximos años ha comenzado. Y eso será fundamental para la decisión de Max, que podría vestir de plata dentro de muy poco.