Red Bull ha entrado ya en los libros de historia de la Fórmula 1. Y es que, de la mano de Max Verstappen, han cuajado un dominio que roza no demencial al haber ganado todas las carreras del año menos una (el GP de Singapur que ganó Carlos Sainz).
Sin embargo, si el equipo de las bebidas energéticas desapareciera de la ecuación, el campeonato cambiaría radicalmente. Y es que, un campeonato en el que no ha habido pelea por la primera posición en ningún momento, se convertiría en el más igualado de los últimos años.
La 33 de Fernando Alonso habría llegado, y la 34, y la 35... Y, por si fuera poco, el asturiano todavía tendría opciones reales de convertirse en tricampeón del mundo en un circuito en el que, en 2010, perdió precisamente el título.
La lucha sería encarnizada entre Fernando y Lewis Hamilton aunque, eso sí, la ventaja la tendría el heptacampeón británico. El de Mercedes contaría en su haber un total de 318puntos mientras que Alonso tendría 301. 17 puntos de diferencia en una única carrera en la que el asturiano necesitaría un milagro para salir campeón.
Sin embargo, a pesar de que esta realidad parece más bien lejana, el año que viene podría pasar cualquier cosa. Y es que tanto Mercedes como Ferrari, McLaren y Aston Martin contarán con un monoplaza que será capaz de acabar con el dominio del neerlandés.