Alpine ha sido una de las decepciones de la temporada 2023 de Fórmula 1. El equipo francés arrancaba el año con el objetivo de meterse en la pelea con Ferrari y Mercedes por el segundo puesto en el campeonato de constructores.

Sin embargo, la temporada se les torció desde antes de arrancar. Primero, Aston Martin dio la sorpresa, superándoles con creces y consolidándose como equipo puntero al lograr seis podios en las primeras diez carreras.

Después irrumpió McLaren, que aunque empezó el año en la parte trasera de la parrilla, dio la sorpresa en Austria y Gran Bretaña colándose entre los grandes, lo que le ha valido para superar a Alpine en el mundial de constructores, que queda relegado a la sexta posición.

Pero la falta de rendimiento no ha sido el único problema que han tenido los franceses. El pasado fin de semana, Esteban Ocon tuvo que retirarse tras solo nueve vueltas de carreras por un problema de sobrecalentamiento en su A523. Y no era la primera vez que esto sucedía. A Pierre Gasly le ocurrió lo mismo en el Gran Premio de Azerbaiyán, donde su coche salió ardiendo por un problema hidráulico.

Los responsables del área de motores del equipo han analizado los propulsores y han detectado que ambas averías se debían a un defecto de fábrica de un elemento comprado a un suministrador externo, según explica Otmar Szafnauer, director de Alpine.

"Esteban tuvo una fuga hidráulica en una de las bombas que compramos a un proveedor, una situación muy desafortunada. Es un componente bastante robusto que rara vez falla, pero ahora tenía una fuga, además en la zona donde se controla la presión", ha dicho Szafnauer en declaraciones recogidas por 'Motorsport.com'.

Szafnauer cuestiona sus propios métodos

El dirigente rumano explica que, en realidad, es un problema generalizado: "Tenemos un programa de garantía de calidad con nuestros proveedores, vamos a las fábricas y examinamos sus procedimientos de control de calidad para asegurarnos de que las piezas que nos van a suministrar están en las mejores manos. En general, sólo enviamos el diseño a los proveedores y ellos producen algo basado en eso".

Sin embargo, este protocolo no se sigue con algunos suministradores, lo que podría ser la causa de estos problemas de fiabilidad. "No hacemos eso en las empresas más grandes que prestan aún más atención a eso que nosotros. Son ellos mismos los que trabajan para buscar la causa del error y redactan un informe de lo ocurrido y de lo que están haciendo para que no vuelva a ocurrir", ha concluido Szafnauer.