Qué carrerón que hizo Fernando Alonso. Qué espectáculo. Qué exhibición. Qué nivel. Qué escándalo es ver la habilidad, la fuerza, la garra y el empuje de un piloto que no se rindió jamás en Estados Unidos. Que por complicado que se puso el sábado por la sanción y el domingo en una carrera completamente loca pudo llevar el Alpine al garaje para sumar unos puntos que parecían imposibles en la vuelta 23.
Porque en esa vuelta, cuando iba ya en puntos a pesar de salir 14º, llegó un momento que parecía clave. Que parecía ser definitivo en su camino en Austin. Ahí, cuando se disponía a adelantar a Stroll, salió volando en Texas después de un cambio de dirección peligrosísimo de Lando en plena recta.
Su Alpine perdió el alerón delantero. Y nadie entiende cómo es posible que, con tan solo un cambio de morro, pudiera seguir en la pista estadounidense. Menos gente entiende cómo pudo Alonso, con un coche que a saber cómo estaba de 'sano', terminar en los puntos en Austin.
De llegar a terminar delante de Norris...
Terminar séptimo. De casi terminar por delante de Lando Norris y, evidentemente eso sí, también de un Daniel Ricciardo a quien le quedan tres carreras para un año sabático en la F1. Parecía imposible que ese coche siguiese en pista. Parecía imposible que el Alpine no terminara en el garaje. Y parecía más imposible que Alonso acabase... en los puntos.
Pero para Fernando parece ser que eso de 'imposible' no existe. Que a pesar de lo complicado que era por él no iba a ser. Con neumático duro volvió a pista. Así empezó a rodar. A ganar posiciones mientras otros cambiaban gomas. A adelantar a Magnussen perdiendo el retrovisor derecho en el proceso... y a aguantar como pudo a un Norris con neumáticos más jóvenes que los suyos y con un coche en perfecto estado.
Solo en la última vuelta dio Alonso su brazo a torcer ante el inglés de McLaren. Viendo el tremendo accidente con Stroll, su voz al ver cómo su coche se ponía a dos ruedas y él miraba al cielo de Texas, y que a saber cómo estaba es Alpine, Fernando obró un milagro en Estados Unidos en quizá su mejor clase de magia de todo 2022.
De un cero que parecía claro a 6 puntos
Puntos más que jugosos para él y también para Alpine en su duelo con Lando Norris por el Mundial de constructores. Porque de haber podido hacer un cero, Alonso ha sumado seis puntos vitales en una exhibición que debería dar que pensar a las cabezas que mandan en la escudería francesa.