En septiembre del año pasado, por sorpresa, Aston Martin anunciaba el fichaje de Fernando Alonso. Todo ello en medio de los rumores que decían que iba a renovar por Alpine. Pero los planes del asturiano cambiaron, sobre todo después del trato que estaba recibiendo de la escudería francesa.
Pero lo que de verdad cambió todo fue la aparición en escena de Lawrence Stroll, dueño de Aston Martin. En una entrevista a 'The New York Times' Alonso ha contado cómo fue ese primer contacto que acabó en su llegada a Silverstone.
"Recibí una llamada telefónica de Lawrence preguntándome si ya estaba comprometido con Alpine. Le dije que todavía no, mis conversaciones con Alpine estaban bastante avanzadas, pero no tenía nada escrito", cuenta el bicampeón de la Fórmula 1.
Stroll fue directo, poniendo las condiciones encima de la mesa nada más empezar a negociar: "Me dijo: 'si te envío el papel hoy, ¿lo considerarás?'. Lo mandó, yo estaba feliz y, como no tenía nada al otro lado (refiriéndose a Alpine), fue una decisión fácil".
"Confiaba en el proyecto y sentí que era una bonita aventura para mí al final de mi carrera, empezar con un equipo que tiene tantas ganas y buenas perspectivas", cuenta el asturiano.
Eso sí, ni mucho menos pensaba que podría empezar la temporada con cuatro podios en cinco carreras. Ni de lejos. "Pensé que llevaría más tiempo llegar a cierto nivel, que tal vez en 2024 podíamos luchar por podios. No esperaba que el coche ofreciera el rendimiento que tenemos ahora".
Pero la realidad de Aston Martin es esa. Han construido un coche que es el segundo más rápido de la parrilla por detrás del Red Bull. Alonso es quien persigue a Max Verstappen y Checo Pérez. Y las mejoras están por llegar. Ese será un punto clave de la temporada.