Apenas 10 minutos ha durado el lujo y el espectáculo del Gran Premio de Las Vegas. Y es que, cuando la pista apenas estaba entrando en calor, una alcantarilla mal sellada ha provocado el abandono del FerrariCarlos Sainz.

Un incidente que, por si fuera poco, ha destrozado por completo su monoplaza ya que deberá cambiar el chasis, el motor de combustióninterna, la centralita y la batería. Por ello, su participación en la segundasesión de entrenamientos libres está prácticamente descartada.

Si bien es cierto que en una primera instancia el abandono de Carlos parecía deberse a un problema de fiabilidad, nada más lejos de la realidad. El SF-23 del madrileño se vio obligado a parar en la zona del 'Strip' y, gracias a las imágenes tanto de su 'on board' como del circuito, se ha podido confirmar que ha sido el malestado del trazado el culpable de un incidente que podría haber sido mucho más grave.

Y es que el problema real ha sido el marco que rodea la propia alcantarilla, ya que no estaba bien sellado. Por ello, debido a las altas velocidades y a las vibraciones que provocan los monoplazas, se ha despegado y ha terminado por impactar e incrustarse en el coche del piloto madrileño.

Desde el circuito, además, no se descarta que haya problemas con más alcantarillas y ya están trabajando en solucionarlo para que se puedan disputar el resto de sesiones sin mayores inconvenientes. Sin embargo, la confianza en el Gran Premio por parte de los pilotos no es muy buena.

Asimismo, Carlos no ha sido el único damnificado. El Alpine de Esteban Ocon también va a tener que cambiar la centralita de su monoplaza por los daños procedentes del mal estado del circuito. Ahora, habrá que esperar para ver cómo se desarrolla el fin de semana pero, lo que está claro, es que lo que prometía ser un lujo para el automovilismo ha comenzado siendo un auténtico desastre.