Liam Lawson no está haciendo amigos en sus primeros pasos en la Fórmula 1. Primero fue Fernando Alonso y ahora Sergio Pérez. El mexicano acabó muy enfadado con él en el Gran Premio de su casa, en México, donde terminó en última posición.
Cargó contra él después de la carrera, asegurando que su encontronazo se podría haber evitado: "La carrera tenía buena pinta. Ya estábamos décimos, hice la maniobra en la cuarta curva y, entonces, él se salió de la pista y siguió recto como si no hubiera coche, creo que podría haber evitado el incidente, pero se fue hacia atrás".
"Por suerte, le vi y dejé el espacio, de lo contrario, habría sido un gran choque. No era necesario", dijo el piloto de Red Bull, que está más cuestionado que nunca.
"Dañamos nuestras dos carreras, quizá fue demasiado, no creo que sea su culpa, tampoco le han penalizado, hizo lo mismo con Fernando Alonso y con Franco Colapinto al final, no tuvo penalizaciones, así que nada de esto es su culpa", continuó explicando Checo.
Dejó claro que ni tiene relación con él ni tiene "la actitud adecuada" para ser un piloto de la parrilla: "No tengo ninguna relación con él, creo que, por la forma en que ha llegado a la Fórmula 1, no tiene la actitud adecuada para ello".
"Necesita ser un poco más humilde, cuando un bicampeón del mundo estaba diciendo cosas, él lo ignoró completamente. Es como cuando llegas a la Fórmula 1, tienes mucha hambre y demás, pero también tienes que ser respetuoso, fuera y dentro de la pista. No creo que esté mostrando la actitud correcta, creo que es un gran piloto, y espero por él que pueda dar un paso atrás y aprender de ello, creo que en este momento está corriendo con todo el mundo sin control", sentencia un Checo que acabó muy enfadado con el piloto que le podría robar el asiento la temporada que viene.