A pesar de que Lewis Hamilton acabó en los puntos en Bakú, su crítica hacia Mercedes fue feroz. Tanto que por radio llegó a llamar a su coche "cosa" y después de la carrera cargó duramente contra la escudería que dirige Toto Wolff.

"El coche era malísimo, el equilibrio era muy malo, era casi cómico", dijo Lewis después del Gran Premio de Azerbaiyán.

"No es mal resultado, pero este fin de semana tendría que haber salido mucho mejor, hay que analizar muchas cosas con los ingenieros", apunta el que será piloto de Ferrari a partir del próximo curso. Y las cosas en Maranello van mucho mejor. Tanto en Monza como en Bakú han sido el coche más rápido.

Lewis, en Mercedes, no es optimista para el futuro. De cara a Singapur, la semana que viene, cree que todo seguirá igual: "No espero mucho para Singapur, traeremos mejoras en algún momento, espero que para Austin podamos estar un paso más cercano a los que están arriba".

Su compañero, George Russell, terminó en el podio ante el toque de Carlos Sainz y Sergio Pérez. Pero al británico le condenó salir desde el pit lane. Por delante de él quedaron los dos Williams, Albon y Colapinto… y también el Aston Martin de Fernando Alonso. Coches inferiores al Mercedes.

Porque mientras McLaren y Ferrari han podido superar a Red Bull en rendimiento, Mercedes se está quedando atrás. Y eso que esta curso ya han conseguido tres triunfos.