Ferrari vivió una auténtica pesadilla en el Gran Premio de Canadá. Ni Carlos Sainz ni Charles Leclerc cruzaron la línea de meta. El primero cometió un error en pista y el segundo sufrió problemas de motor que le hicieron abandonar.

Antes, Charles fue 'víctima' de una estrategia suicida de Ferrari. Decidieron colocarle las ruedas secas cuando la pista todavía estaba muy mojada.

El equipo le preguntó por radio, pero el monegasco no quiso decidir. "Si paramos para 'inters', iremos al seco en 2 vueltas y perderíamos 40 segundos...", le dijo su ingeniero.

Y Leclerc, que tenía un enfado considerable, respondió muy contundente: "Estamos en la mierda de todos modos. Tú decides".

Y Ferrari decidió... mal. Le colocó los neumáticos duros y tuvo que volver a boxes apenas un par de vueltas después a volver a por los neumáticos intermedios. Porque la pista no estaba para esas ruedas y Charles sufría para mantener el coche en pista perdiendo hasta diez segundos por vuelta.