Tras las vacaciones de Navidad del año pasado, los trabajadores de Mercedes Fórmula 1 regresaron al trabajo en la fábrica. Una jornada aparentemente normal que iba a terminar en uno de los anuncios más inesperados de la parrilla. Lewis Hamilton le pidió una reunión a Toto Wolff y entonces todo cambió.
En esa reunión, café de por medio, Hamilton le comunicó a Toto que se marchaba a Ferrari el siguiente curso. Algo que el jefe de las flechas de plata ni mucho menos esperaba. "Hamilton se fue de vacaciones de Navidad y también se fue de Mercedes para siempre".
Así fue la conversación entre ambos: "Regresó y dijo: '¿podemos tomar un café?', vino a tomárselo, que es lo normal cuando empieza una nueva temporada y me dijo: 'Me voy a Ferrari'. Y dije: '¿en serio?'".
"Le pregunté por qué al comienzo de la temporada y me dijo que sólo quería sacarlo y no tenerlo como una carga emocional. Luego tenías que mantenerte pragmático, después de 5 minutos de conmoción e incredulidad era como: 'está bien, ¿qué vamos a hacer con el anuncio y de cara a la temporada sabiendo que te vas'", detalla Toto, que sigue en busca de su sustituto.
Y entonces tenían que ponerse en marcha para anunciarlo. Esos días la prensa italiana ya empezó a especular con que Lewis se convertiría en compañero de Charles Leclerc. Pero hasta la fecha eran sólo rumores. Hasta que horas después se hizo oficial.
"Él me dijo que el anuncio era complicado porque ya se estaba filtrando", cuenta Wolff, que decidió hacerlo oficial en esa misma jornada.
La relación entre ambos no se deterioró. Wolff, un veterano de la competición, asegura que entiende el nuevo camino que ha tomado el británico en el tramo final de su carrera. "¿Decepcionado con Hamilton? "No, en absoluto", finaliza.