Max Verstappen ha cambiado de idea con Las Vegas. El neerlandés, tricampeón del mundo, no paró de criticar a la pista de Nevada comparándola con la quinta división de Inglaterra e incluso llamó al desorden público cuando se enteró de los 200 euros en vales descuento como compensación a la afición por lo vivido el jueves. Ahora, tras la carrera, parece haberse 'enamorado' de su asfalto.
De un asfalto en el que ha salido victorioso tras 50 vueltas llenas de acción y de emoción, teniendo incluso una sanción de 5 segundos por su maniobra con Charles Leclerc en la salida. A pesar de todo, nueva victoria para Verstappen en 2023.
"Ha sido muy divertido. El DRS ha ayudado a tener una buena carrera. Se podía empujar gracias a este asfalto. Muy divertido", dice Verstappen.
"Lo hemos disfrutado"
Y sigue: "Ha sido una carrera muy bonita. Espero que los fans lo hayan disfrutado porque nosotros ya te aseguro que sí lo hemos hecho".
"Tengo ganas de volver aquí el año que viene, y de repetir algo parecido", insiste el piloto de Red Bull.
Porque parece que Verstappen ve Las Vegas con otros ojos: "Han pasado muchas cosas. Intenté ir a por esa primera posición en la salida y frenamos tarde. Perdí agarre y nos fuimos anchos".
"Luego con esa penalización ya con el pie cambiado... teniendo que adelantar a muchos coches", prosigue Verstappen.
Max, al final, se llevó la prueba y subió al podio vestido con el mono blanco que Red Bull preparó para la ocasión especial en Las Vegas.