Carlos Sainz completó en el pasado Gran Premio de Australia la hazaña de llevarse la victoria tan solo dos semanas después de perderse la carrera en Arabia Saudí por una operación de apendicitis.

Sin embargo, en Yeda, a pesar del dolor, el madrileño tenía la decisión de correr, pero los médicos le frenaron.

En el podcast de 'Nude Project', el '55' ha desvelado qué ocurrió: "Fueron las dos sesionas más duras de mi carrera (los libres del viernes), en un circuito súper físico con curvas muy rápidas, no comía, no tenía energía, sudaba más de la cuenta... sufrí mucho".

"Tienes apendicitis", fue la respuesta de los médicos a su llegada al hospital, ante lo que Sainz ni se inmutó.

"Les dije: 'si me chutáis algo y me opero después de la carrera'. Entonces me dijeron que no, que tenía el riesgo de que me pasara algo muy grave e incluso poder morirme si me explotaba eso", recuerda.

¿Por qué quería arriesgar? a Carlos se le vinieron a la mente sus fantasmas de 2014 y, sin asiento definido para 2025, quería demostrar su valía.

"En 2014 (antes de su debut en F1) Red Bull me dice, 'o ganas o no te vamos a subir a la F1'. E incluso ganando puede que no haya sitio’. Cuando estaba a punto de ganar las World Series, Red Bull fichó a Verstappen y me quedé sin asiento. Pero gané el campeonato, se abrió otro asiento y ese fue para mí", ha zanjado.