Menudo tifón pasó por el circuito de Suzuka, y avisados estaban todos del gran vendaval que se venía encima. No, no era el Hagibis, sino una mancha naranja que fue un cohete en manos de Carlos Sainz. Del señor Carlos Sainz. Porque el madrileño por fin hizo olvidar el 'GP2 Engine' y convertir el McLaren en un 'F1 Engine' para firmar un quinto puesto en el GP de Japón.
Menudas manos buenas que tiene Carlos. Menudo talento natural que está demostrando a bordo de un coche que, con él a los mandos, está firmando la mejor temporada en años. Desde que tenían motor Mercedes básicamente no se veía a un McLaren tan fuerte. En Japón fueron un paso más allá. "Hemos hecho que Leclerc se rindiera", afirmó Sainz tras la carrera.
Y lo cierto es que sí. Lo hicieron gracias al gran ritmo del madrileño con unos neumáticos que hasta a él mismo le sorprendieron. Dejando atrás a un Ferrari, a uno de esos tres coches que parecen imbatibles en condiciones normales. En esas, Sainz le noqueó. Sin duda son palabras mayores.
"Nunca habíamos aguantado el ritmo de Leclerc y Albon"
Más aún lo son cuando mirando los tiempos se ve a su McLaren peleando de tú a tú con todo un Red Bull Honda. Fue con el de Albon, pues Verstappen volvió a vérselas con Leclerc y esta vez fue él quien salió perdiendo. Apenas a 8 segundos entró el tailandés de Carlos, algo impensable no solo hace un año sino más bien hace escasas semanas para el McLaren.
Porque si Valtteri Bottas fue el ganador real, Carlos Sainz fue el vencedor moral de la prueba de Japón. Con ritmo, con velocidad, con madurez y con talento para competir con coches más veloces que el suyo y para ser algo más que 'el mejor del resto' quitando a Mercedes, Ferrari y Red Bull.
"Este Gran Premio es un poquito más especial. No habíamos logrado nunca aguantar el ritmo de Leclerc y de Albon", comentó un feliz Carlos Sainz cuando se bajó de su McLaren.
Ya son 76 los puntos que suma el madrileño en el Mundial de F1 2019. Con los conseguidos en Japón, Carlos es sexto tras superar a Pierre Gasly , que empezó en Red Bull y ahora es piloto de Toro Rosso. No hay límites para Sainz... y es que él fue y es el auténtico 'F1 Engine' de McLaren esta temporada.
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