Max Verstappen está muy cerca de volver a ser campeón de la Fórmula 1. Todo apunta que lo conseguirá este fin de semana en Japón, cuando todavía resten cuatro carreras para la conclusión del campeonato. Ni Charles Leclerc ni Ferrari han podido ser rivales.
De hecho el monegasco ya tiene asumido que la victoria del neerlandés llegará. En declaraciones a 'Racing News 365' ha desvelado que desde hace ya varias carreras sabía que no iba a poder competir.
"Después del Gran Premio de Bélgica me di cuenta de que no iba a ganar el Mundial. Volvimos justo después de las vacaciones de verano y, aunque piensas en la primera parte de la temporada, ¡todavía creía en el título!", dice el piloto de Ferrari, segundo clasificado en el campeonato.
Spa se convirtió en un jarro de agua fría terrible para todos en Maranello: "Luego vimos esa brecha de rendimiento entre nosotros y Red Bull en Spa, una brecha que nunca habíamos visto en la primera parte del año, y sabía que iba a ser muy difícil".
A pesar de todo, Leclerc está convencido de que la diferencia entre ambos coches no es tan grande como se ha visto: "No creo que la diferencia de rendimiento entre Ferrari y Red Bull sea muy grande. Si miras la temporada en su totalidad, hemos sido muy competitivos".
"Sea cual sea la razón, a menudo no nos ha ido bien los domingos. Tenemos que trabajar en eso como equipo, para ser mejores y obtener mejores resultados", ha sentenciado el de Ferrari.
Es evidente que en Ferrari han dado un paso adelante con respecto a los últimos años, pudiendo pelear por victorias. Sin embargo, todavía queda mucho para competir en un mundial completo: "Es positivo todo lo que ha ocurrido". Ahora el objetivo de Ferrari debe ser dar otro paso más para poder luchar de verdad por volver a levantar el título.