Red Bull ha renovado a Sergio Pérez por dos años. Pero el mexicano no levanta cabeza. Otro fin de semana más lejos de los mejores y van demasiados. Es quinto en el mundial de pilotos a pesar de contar con el coche más rápido de la parrilla. Y la diferencia con su compañero, Max Verstappen, es de 62 puntos. Demasiado.

Tras el Gran Premio de España Checo dijo que no podía hacer más. Ese octavo puesto era todo lo que podía ofrecer al equipo. Porque su fin de semana ya empezó mal en la clasificación en la que estuvo a varias décimas del tiempo de pole.

"Creo que con la sanción que teníamos y viendo dónde hemos empezado, ha sido muy difícil adelantar en la primera tanda. Mi carrera se ha acabado ahí. Me he quedado enganchado detrás de Nico y estaba deslizando mucho. Ha sido una pesadilla de carrera, una carrera muy difícil en general", reconoció el piloto mexicano, que sigue lejos de los mejores.

Y explicó qué le ocurrió con los neumáticos: "El equilibrio no estaba con los blandos y eso parece estar relacionado con los problemas que tuvimos en clasificación. Creo que podemos volver más fuertes".

Por último, dejó una frase muy contundente que confirma el mal momento que está pasando con Red Bull: "Hicimos lo mejor que podíamos. Sacamos un resultado que era, en la situación que estábamos, quizás lo mejor que podíamos haber hecho...".

Red Bull no se puede dormir. El mundial de constructores está en serio peligro. Ferrari ya está a sólo 24 puntos y poco a poco también se acerca McLaren. Y es que con un sólo piloto, es muy difícil competir por este campeonato.