Hace mucho que Red Bull dejó de contar con Checo Pérez en la lucha por el título de constructores. No suma puntos y ni mucho menos se acerca a las posiciones de cabeza. En Brasil, a pesar de tener un coche dominante, finalizó fuera del top 10 por detrás de los dos Racing Bulls, Yuki Tsunoda y Liam Lawson.

Y fue el propio Checo el que calificó el fin de semana como un "desastre". Y ya van demasiados. Incluso se rumoreó que Red Bull podría haberle bajado del asiento antes del fin de semana de Interlagos.

"Hoy no ha funcionado nada. Empezamos la carrera con neumáticos muy fríos porque no sabíamos en ese momento que podíamos cambiarlos como hicieron los demás, y al no tener un coche delante solté el embrague y las ruedas patinaron de forma brutal... luego hice un trompo en la curva 10. Fue un desastre. Después paramos en boxes justo antes de la bandera roja, así que nada ha funcionado realmente", dice en palabras que recoge 'Motorsport'.

Explica el motivo por el que se ha quedado fuera de los puntos una vez más: "Al final hemos remontado, hemos tenido un par de buenas relanzadas y al final hemos estado luchando con Lawson. Pero luego he perdido la posición con Hamilton al irme recto en la curva cuatro".

Y a pesar de todo sí encuentra aspectos positivos. Se defiende y asegura que el fin de semana ha sido "más fuerte que el resultado": "Creo que, definitivamente, estamos haciendo un buen progreso. El fin de semana ha sido mucho más fuerte que el resultado, así que eso es lo positivo".

El mexicano no puntúa desde el Gran Premio de Estados Unidos, en Austin: una séptima posición para seis puntos. Pero hay un dato mucho peor. No sube al podio desde el Gran Premio de China, allá por el mes de abril.