El piloto de Red BullSergio Pérez quiere volver a la batalla por el campeonato. Con un coche que se lo permite, su principal escollo está en el otro lado del garaje.
Este 'quiero y no puedo' en el que lleva sumido el piloto mexicano desde hace varias temporadas da lugar a que la frustración salga a la luz. Así ha ocurrido durante el primer Gran Premio del año.
En la vuelta 23 del Gran Premio de Bahréin, el ganador de seis Grandes Premios mostró su enfado con su ingeniero al no recibir la información de manera correcta. Tras varios giros de silencio por la radio, el mexicano se indignó y no dudó en gritar a su ingeniero: "Estás muy callado, háblame más alto, grítame".
Y es que el mexicano necesitaba información más que nunca en un momento en el que Carlos Sainz amenazaba su segunda posición con el Ferrari. 'Checo' consiguió mantener el ritmo y mantuvo a Carlos detrás.