Fernando Alonso fue sancionado en el Gran Premio de Australia por una maniobra que acabó con el accidente de George Russell. Así lo decidió la FIA y en concreto el comisario Johnny Herbert. Él ha denunciado amenazas de muerte "constantes" en redes sociales.
Así lo ha explica en 'Crash.net', donde ha revelado algunos de los desagradables comentarios recibidos: "Recibí un aluvión de amenazas de muerte a través de las redes sociales. Tengo suerte de tener los hombros anchos. Me parece patético que me tiraran a mí debajo del autobús".
"La mayoría eran españoles. Deberían haberlo entendido porque estaba muy claro cómo y a qué decisión se había llegado en el comunicado que se emitió. La gente también decía que, como nunca había sido campeón del mundo, no estaba cualificado para opinar", se extiende.
Pero deja claro que no está desanimado con su trabajo como comisario: "No me ha desanimado como comisario. Por desgracia, todo forma parte de ello. Yo era el comisario de pilotos en Melbourne, así que cuando se trata de un comisario de pilotos, él es el que se lleva la peor parte. Lo acepto. No es un problema...".
Y recuerda lo ocurrido en Bahréin con Fernando: "Se remonta a Bahréin hace unos años, creo. Algunos años antes, cuando estaba con McLaren, Alonso había estado en la radio criticando el motor casi cada carrera diciendo que era como un motor de GP2. Yo trabajaba para 'Sky' y dije que si a Alonso no le gustaba debería dejar el equipo. No dije que se retirara".
"Entonces se me acercó en directo en Baréin y me espetó que era campeón del mundo y que no se retiraría para convertirse en comentarista porque no era campeón del mundo", cuenta el que fuera piloto de la Fórmula 1.